Taberna Bakio
Luis Martín Lima, chef ejecutivo del grupo hostelero Goizeko-Gaztelupe asume un nuevo reto gastronómico y empresarial con la inauguración de Bakio, el nuevo templo de las tapas del centro de Madrid, concretamente del barrio Chamberí. En homenaje a esa bella localidad marinera de la costa vizcaína y con claras referencias en la decoración del local con imágenes del lugar, que se mezclan con la piedra y la madera, Bakio mantiene la excelencia de la materia prima de los restaurantes que le anteceden en el grupo (Taberna Gaztelupe y restaurante Goizeko-Kabi) pero rompe con el formato de servicio y presentación porque toda su carta (salvo alguna excepción de clásicos ‘de la firma’ que no pueden fallar, históricos que se servirán en medias y raciones enteras) estará llena de sorpresas.
Comer ‘tapeando’ en la barra, comenzando por la Gilda de anchoa y boquerón como en Bilbao, la imbatible Ensaladilla Bakio, la Patata rellena de centollo; decantarse por la Tortilla de bacalao con puerro de Beasain o el Huevo escalfado sobre crema de patata y caviar de trufa y entrar en calor con algunos platos de cuchara como las Pochas con chorizo o los contundentes callos de Luis Martín, el Rabo de buey estofado o la Carrillera de ibérico con crema de queso,… todo ello regado con una interesante oferta de vinos por copa, con etiquetas que irán rotando para que el cliente conozca y reconozca las propuestas más interesantes e innovadoras del panorama vinícola de nuestra piel de toro o se decante por algunas de las cervezas más punteras del momento; o bien inclinarse por clásicos que nunca fallan ni faltarán en la carta de Bakio.
Y esto es solo el comienzo; así es la barra de Bakio, en la que, por supuesto, el cliente puede dejarse seducir por los mariscos: ostras, gamba blanca de Huelva, berberechos al vapor o almejas de Carril a la plancha,… lo que depara cada día el mercado en esa impronta que caracteriza al Grupo Goizeko-Gaztelupe de tener una materia prima excelsa, cuidada y supervisada con esmero por el equipo capitaneado por Luis Martín.
Tras este periplo culinario, donde queda un hueco significativo para el mejor producto ibérico y una óptima selección de quesos, en Bakio también se come “a mesa y mantel” con propuestas gastronómicas en formato de media o ración entera, ampliando así el abanico de posibilidades ‘económicas’ difíciles de superar. Los postres Bakio, como la Leche frita con salsa de naranja, la pequeña Torrija sobre crema de arroz con leche y helado de leche merengada, la Tatín de manzana o bien el surtido de helados caseros (de queso con frutos rojos, de leche merengada, caramelo de canela y crujiente de almendras, de Baileys con crema de café…), acompañados con alguna de las atractivas sugerencias de vinos dulces de la casa, son el complemento goloso perfecto para culminar la comida. Y esto es solo el principio…
Calle San Bernardo 106, Madrid
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