El vino inunda de vida el centro de Valladolid
Miles de personas participan en las actividades preparadas por el Ayuntamiento para celebrar la segunda edición de su feria ‘Valladolid, Plaza Mayor del Vino’
Más de 28.000 copas servidas, 8.000 más que en la primera edición, y más de 300 asistentes a las rutas del vino propuestas por la organización, son los números que consolidan el evento en su segundo año de existencia
Llegado mayo y, por segundo año consecutivo, la Plaza Mayor de Valladolid se ha convertido en centro y corazón del vino. A lo largo de todo el fin de semana, los habitantes de la ciudad y los numerosos turistas que la visitan, han disfrutado y paladeado una parte importante de la amplia riqueza vitivinícola de una de las provincias con más actividad gastronómica de todo el panorama español.
Tras el éxito del año pasado, esta segunda edición prometía. La feria ‘Valladolid, Plaza Mayor del Vino’, comenzaba ya el viernes con el brindis de las autoridades locales con los asistentes, que ya llenaban la plaza. Todos copa en alto y a comenzar el fin de semana. Se abrían las distintas actividades programadas.
Catas populares repletas de gente, dirigidas y animadas por el periodista Goyo González, degustación de vinos de las cinco denominaciones de la región, música en directo para todas las edades y hasta la posibilidad de recorrer cualquiera de las cuatro rutas del vino organizadas por toda la provincia. La diversión y, sobre todo, el vino estaban asegurados.
Se unía, además, el festín gastronómico de producto local que traían a la plaza los productores de Alimentos de Valladolid. Espárragos, quesos, miel, ibéricos, dulces… La delicia gastronómica de Valladolid parecía, y es, infinita.
Una vez más, vallisoletanos y forasteros respondían y la Plaza Mayor se mostraba repleta durante los tres días que duraba el evento. El domingo, además, se unía un cuantioso número de bilbaínos que visitaban la ciudad para asistir al partido que enfrentaba al Real Valladolid y al Athlétic de Bilbao. Brindis, risas, bailes y sana rivalidad… No se podía pedir más.
SEGUNDO AÑO DE ÉXITO
Y tras el fin de semana, llegaba el recuento. La organización se felicitaba por la altísima participación popular: Miles de personas pasaban por la plaza para bailar, comer y pedir las más de 28.000 copas de los grandes vinos que se servían en la plaza (8.000 servicios más que en la pasada edición).
Hasta ocho autocares repletos de gente, que tomaban camino a las diversas rutas vitivinícolas organizadas en Cigales, Toro, Ribera del Duero y Rueda. Más de 300 personas que no quisieron perder la ocasión de visitar alguna de las bodegas que abrían sus puertas al público tanto el sábado como el domingo.
En definitiva, y como ya es habitual en la capital castellana, el vino volvía a inundar sus calles y su Plaza Mayor. Vino, alegría, vida y sol, mucho sol, que quiso acompañar todas las actividades de esta segunda edición de una feria que acaba con la promesa de volver con fuerzas renovadas el próximo año.