Armoniza variedades autóctonas de la zona de Barral cultivadas con la mínima intervención agrícola, en busca de su plenitud varietal. Se procesa con sus lías y fermenta en barrica. La suculenta sencillez del pulpo a feira, aliñado sólo con sal, pimentón y aceite acoge la equilibrada densidad de este singular ribeiro –que no pasa por la fase maloláctica– y está dotado del volumen graso y la acidez justa que conviene al bocado, además de proporcionar sensaciones aromáticas muy vivas, debido a su complejidad.
Pulpo a la Gallega